Situado en la falda de una pequeña loma en la cual se levantaba un castillo o fortaleza. La iglesia parroquial, del s.XV, está dedicada a Sta. María del Templo.
Pequeño pueblo a 65 kilómetros de la capital del Pisuerga, que nos sorprende cuando vamos a su encuentro debido a su situación en una hondonada . El origen de su nombre no es claro. En primer lugar, se dice, que proviene de un castro romano allí ubicado. Otros opinan que su origen es debido al condado leonés de Bembibre.
Sea como fuere, el conjunto urbano destaca por su construcción casi por completo en adobe, a excepción de sus dos edificios más importantes que fueron realizados en piedra, como son un antiguo molino que encontraremos a la entrada del pueblo a la izquierda, a las afueras del mismo y la iglesia.
La iglesia, en honor de Nuestra Señora del Rosario, está ubicada en el fondo de esa hondonada sobre una pequeña loma. Tiene espadaña y se dice que perteneció al Ducado de Alba.
Las fiestas principales se desarrollan a finales del mes de julio, los días 25 y 26, con Santiago y Santa Ana como patrones. Las verbenas, los juegos para niños y los populares campeonatos de cartas hacen que por unos días el pueblo se llene de alegría, no sólo por los vecinos que viven habitualmente, sino por todos aquellos que vuelven en épocas vacacionales.
Sin duda alguna, una buena foto la conseguiremos o bien desde la carretera de entrada o desde el viejo molino abandonado.